STEPHANIE DOMPIERRE
Cuando once personas se inscriben en un campamento de desconexión digital, están lejos de darse cuenta de la magnitud del duelo al que tendrán que hacer frente. Nada les ha preparado para la estrictadieta electrónica que deberán seguir durante una semana, ni ante un entorno hostil al que no están acostumbrados. Y, por supuesto, nunca hubieran pensado que tendrían que sobrevivir a un asesino en serie.