EMILE ZOLA
La inmensa producción novelística de Émile Zola (1840-1902) ha desplazado tradicionalmente a un segundo plano la relevancia de su obra narrativa breve, menos copiosa, pero no por ello de inferior calidad literaria. En los últimos años, no obstante, este panorama ha cambiado con la merecida revalorización de sus cuentos y relatos. La selección de esta pequeña antología no obedece a leyes azarosas ni caprichos editoriales, sino a criterios literarios que tienen su primer punto de encuentro en el marco de El Mensajero de Europa, prestigiosa revista rusa con la que Zola colaboró regularmente entre 1875 y 1880. Como precisan en su postfacio los traductores (Gonzalo Gómez Montoro y Rubén Pujante Corbalán), en algunos casos los textos no habían vuelto a traducirse al español desde hacía más de un siglo.