En lo alto de Pico Desolación habló con Dios, con el pasado, el presente y el futuro de la humanidad. Terminado el contrato, bajó a la tierra y se dedicó a ser un peregrino decepcionado que recorre el mundo como quien transita una tierra extraña. Visita México, vuelve a Nueva York, viaja a Tánger, paseo por París y Londres, regresa a Californa y se acaba instalando en las afueras de Nueva York.