OLIVER, LAUREN
Cada una de sus ocho patas termina en una mano humana. Sus enormes ojos les permiten ver hasta en la noche más oscura. Sus bocas tienen cien dientes afilados como sables. Pueden inflarse a voluntad hasta alcanzar el tamaño de un coche. Pero lo que más miedo da es que cuando duermes se meten por tus oídos, plantan sus huevos y te roban el alma. Son las hilántulas y Liza las conoce muy bien. Acaban de llevarse a su hermano...